22 mayo, 2017

Los versos irreparables: Cuando responderle a la tragedia de tus versos oscurece un poco mas a mis ojos.

"Abre los ojos y mírame, que quiero verme una vez mas"

Abrir mis ojos, todavía pesados por el rezago del sueño, desde hace tiempo que ocupa el lugar de la tarea mas titanica a realizar en mis quehaceres diarios. Ellos ya han visto mucho silencio en forma de colores muertos, y se resignan en mi, al saber que no es suficiente peso el que cargan para poder instaurarse sus propias reglas, las que ellas llaman, dentro de mi cabeza, las reglas del descanso. 
Es que han servido de espejos pulidos, reflejando siempre el frío que acaricia mi rostro con peculiar cinismo todas las mañanas; el vapor de mi aliento, aún caliente, en contraposición al frío que me envuelve, genera un brillo particular en ellos, un brillo en el que te agradaba verte reflejada, largando sonrisas esporádicas, siempre halagando a mi profundo azul.
Pero no solo han cumplido esa función, y lo sabes bien. Han hecho también de vías para caudales de lagrimas marcadas, cada una con un pequeño sentimiento, una pequeña canción, y un fragmento de color, de los colores muertos que tantas veces han tenido que soportar, todos enarbolados desde lo mas inaudito de tus palabras. 
Ya no lo soportan. Ya no toleran tener que deleitarse con los planos mas bellos que jamas han visto; ya no pueden generarle a mi cerebro la imagen de aquellos ojos, los mas intensos que he conocido, aquellos gestos que tanto se han merecido todo mi tiempo, aquella sonrisa que me anestesiaba el alma.
Ya no quieren seguir viendo desde lejos lo que han apreciado tan de cerca, y no se como explicártelo, querida.

"Construyamos algo nuevo, algo simple. Reforcemos nuestros corazones... y sigamos"

No, no estamos construyendo algo, mucho menos reforzandolo, querida. Sólo estamos prolongando nuestra tragedia, reservándonos el llanto para mas adelante. Es inevitable, lo sabes incluso mejor que yo, por eso admiro que aún lo sigas negando: jamás en mi vida he visto tanta templanza en un ideal, tanto valor como para eliminar de las probabilidades todo aquello que, ya sabemos de antemano, va a suceder; jamás he visto a alguien negar la realidad con la confianza con la que lo hace tu persona.
Yo no puedo negar ese indice de probabilidades estadísticas que tiran absolutamente todo por la borda, porque en ese arrojo van incluidas todas mis sensaciones, mi amor propio y mis esperanzas, dejándome como a un simple envase vacío, sellado herméticamente para no volver a ser llenado con falsas ilusiones de un futuro imaginado. 

"Caminemos juntos, aunque vayamos por diferentes caminos"

Ya no caminamos juntos, pero vamos hacia el mismo lugar. ¿Por qué te esfuerzas tanto en no dejarme elegir otro camino? Todas mis horas eran tuyas, y yo creía ciegamente que las tuyas eran mías, como me lo decías, pero tu reloj posaba campante en la muñeca de otro universo, mostrandose como trofeo ante el perenne cansancio de mis ojos, desorbitandolos en una triste espiral descendente de lagrimas pesadas que parecieran condimentar cada uno de tus pasos hacia la locura. Para tus ánimos, yo llevo años en un freezer.
Un futuro... Construí un futuro para los dos, sabiendo que iba a tener que llenarlo solo.
Desde un principio supe que no iba a sentir tus manos para siempre, y eso me ha dolido desde el conticinio de mi cuarto en invierno hasta el arrebol que sangra sobre mi en los veranos de todos estos años. Aún así, para no lastimar llagas, me he quedado callado.
Y ese silencio me atormentó durante años, porque me recordaba al negro, al mas muerto de los colores que pintaste en mi cara.

Quiero caminar lejos, aunque tenga que darle a mis ojos la tarea del llanto una vez mas; aunque deba sufrir al retirar la daga de mi carne, y aunque que lo pierda todo...


Se que voy a poder volver a sonreír

Y mis ojos no van a llorar mas.


"Las cosas pasan por algo, querido"

Las cosas no suceden por algo, querida

Las cosas duelen

Solo duelen.



22 de febrero, La Plata, Argentina.

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