29 diciembre, 2015

Carta decimosexta: Querer crecer

Si las estrellas pudiesen gritar... si bajo su luz, ese halo de calidez que tanto anhelas, que tan lejos parece estar, pudieras abrir los ojos, ¿Crees que existir te llevaría a brillar?
Porque han sido incontables las horas en tu vida en las que te has esforzado en estar apagado. ¿Miedo quizás? Realmente no importa saberlo.

Eternos fueron los gestos de decepción en tu rostro, ese marco que siempre eligió cubrir sus obras por temor a que en ellas se reflejasen los mas tristes recuerdos, recuerdos que siempre desterrados de tu esencia has mantenido, ignorando que a pesar de todo siempre estuvieron allí, a tu lado, inseparables.

Y ya, si el tiempo te guía a su bar preferido, ¿aceptarías beber con el unos tragos?
Sabes que si lo harías, por mas que también sepas que el estará allí, deseoso de revivir momentos en forma de nostalgia, dolorosa nostalgia que no te importaría abrazar una vez mas

Pero no. Hoy estas aquí, bajo aquel manto nocturno al que llamas cielo, consciente de lo oscuro de tu alma, batiendo las manos como queriendo alcanzar esas estrellas que parecen perforar ese negro cierre, deseando... ¿brillar?
Has elegido sonreír una vez mas, y ello te ha traído aquí, pero, ¿crees que su luz te hará brillar?

Abre los ojos y déjate llevar.

Si las estrellas pudiesen gritar, ¿gritarían tu nombre? 

Sonríe y ve.



Anónimo.


27 de Julio del 1991, Buenos Aires, Argentina.